La oscura soledad de Eunice Odio

La oscura soledad de Eunice Odio

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Los elementos terrestres y otros poemas

Jesús HRom

EUNICE ODIO (Costa Rica 1922-México 1974) es considerada una de las grandes figuras de la literatura costarricense y de la literatura hispanoamericana. En su corta vida marcada por su temperamento inquieto y rebelde y por su trágico final, solamente llegó a publicar tres libros de poesía. Octavio Paz dijo de ella, «…que su poesía, como la de Blake, Saint John o Pound, al crear una mitología propia, es de la que nadie entiende hasta años, o incluso siglos, después de que los autores han muerto…»

Al inicio de la década de los cuarenta dio a conocer sus primeros poemas por radio bajo el seudónimo de Catalina Mariel y colaboró en destacadas publicaciones costarricenses de la época. Viaja por Nicaragua, Honduras, Guatemala, El Salvador, Cuba y en 1947, obtiene el Premio Centroamericano de Poesía «15 de septiembre», por su libro Los elementos terrestres, publicado en Guatemala al año siguiente. A raíz de la acogida que se le dio en ese país y la indiferencia del suyo, se hizo ciudadana guatemalteca donde permaneció hasta que en 1955 llega a México, haciéndose posteriormente ciudadana mexicana, Alicia Miranda de Hevia, estudiosa de la obra de Eunice, la bautizó con el sobrenombre de «La apátrida celeste».

La historia de Eunice es trágica: fascinada y atraída por la luz de sus versos, muere en México en la más oscura soledad. Amante de la vida y de los más altos ideales en arte y belleza, los últimos años los pasó autodestruyéndose con el alcohol y poseída de una rabia insolente y soez, que llevaba a sus amistades a alejarse de ella, hasta que en 1974 su cadáver fue hallado en la bañera en estado de putrefacción, después de varios días muerta.

Eunice siempre estuvo anegada por la soledad:

Estoy sola,
muy sola,
entre mi cintura y mi vestido,
sola entre mi voz entera,
con una carga de ángeles menudos
como esas caricias
que se desploman solas en los dedos.

La misma soledad que invadía el ánimo de Eunice la acercó a un mundo de espiritualidad y de esoterismo, poblado de espacios inciertos, de angustia existencial y de itinerarios misteriosos que se reflejan en Los elementos terrestres, un poemario con un acusado carácter dramático-erótico en el que transcurren una sucesión de diálogos entre la poeta, la amada y el amado relacionados con el goce supremo del cuerpo, la carne y el sexo, los cuales son plasmados en imágenes llenas de sensualidad.

“ Tu sexo matinal
en que descansa el borde del mundo
y se dilata.
Ven
Te probaré con alegría ”

La experta en Eunice, la Dra. Rima de Vallbona dice:
“…Con Los elementos terrestres es obvio que Eunice Odio se integra definitivamente en los movimientos de vanguardia al interpretar los temas a varios niveles sugerentes y al darle a la palabra todo su poder mágico-ritual…”
“…Son imágenes de tal poder connotativo, que sugieren simultáneamente los procesos cíclicos de la naturaleza, los del éxtasis amoroso, los del poeta en el transcurso de su creación…” 


Los elementos terrestres y otros poemas  contiene ocho poemas de una evidente riqueza verbal y extremada sensibilidad, que, pese a lo enigmática que pueda resultar en ciertos momentos cautiva inmediatamente al lector. Se añaden una selección de otros poemas de Eunice, que hacen de este libro una edición imprescindible para leer y conocer a esta autora fundamental, pero tan desconocida en España.
Un valor literario, que, como sucede con toda su obra nos conducen a descubrir la exuberancia y belleza de la poesía de Eunice Odio.

Eunice Odio
Los elementos terrestres y otros poemas
Introducción: Dra. Rima de Vallbona
Biografía: Luzmaría Jiménez Faro
136 págs.
Ediciones Torremozas
ISBN: 978-84-7839-736-5

www.torremozas.com/Los-elementos-terrestres